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Deportes

Maradona: ángel y demonio, por Fernando Spiazzi

Nelson Mandela dijo alguna vez “El deporte tiene el poder para cambiar al mundo. Tiene el poder para inspirar.

Tiene el poder para unir a la gente de la manera en que pocas cosas lo hacen. Les habla a los jóvenes en un lenguaje que ellos entienden. El deporte puede crear esperanza donde antes solo había desesperación. Es más poderoso que el gobierno en cuanto a romper las barreras raciales"
Esta frase poderosa del gran líder sudafricano nos abre la ventana para escribir sobre Diego Armando Maradona.
Por mi edad y mi año de nacimiento 1972, yo soy de la generación que vio jugar a Diego Armando Maradona, soy de la generación del pelusa, pero les voy a decir la pura verdad, a mí me tocó sufrirlo, yo soy agnóstico, porque mi abuelo era ateo, yo solo creía en mi abuelo cuando era adolescente, para mi modo de ver mi abuelo era Dios.
Usted se preguntara que tiene que ver mi abuelo, con Maradona y con la religión, íntimamente todo está ligado, lo resumo con aquella frase rebuscada “todo tiene que ver con todo”.

Francisco mi abuelo era hincha de Brasil y como consecuencia natural yo era fanático de Brasil, nos tocó sufrir juntos la magia del Diego, le temía, cada arranque con la pelota en sus pies, se me paraba el corazón, me aterraba, ver ese hombre pequeño de 1metro 65 entrar a la cancha casi sin mirar a nadie, obsequiando solo su mirada al cielo, yo sabía para mis adentros que en un segundo te ganaba el partido.
Yo fui parte de la generación que pude disfrutarlo al Diego y sin embargo me aterre con su juego “lo sufrí” y en el sufrimiento comprendí su grandeza, su enorme capacidad para jugar este juego que parece simple, pero que es tan complicado como el futbol.

Con los años me di cuenta que Diego Maradona fue mucho más que un jugador de futbol, encasillarlo en la simple cuestión de que gano un mundial juvenil, un mundial de mayores y que hizo el mejor gol de todos los tiempos es simplificar una persona que fue diez veces más grande.
Ese chiquilín de Villa Fiorito que nació en la más pura miseria material, tuvo más grandeza que varios reyes, gobernantes, filósofos y que varios religiosos.
Maradona fue el espíritu libre de los pobres. Fue la demostración que de una cuna de barro, de un barrio pobre por estructura, por abandono, por desidia puede de tanto en tanto nacer alguien que domine el mundo, que haga temblar los cimientos de la historia escrita, que permita a los pobres de bolsillo, llenarse de sueños de gloria, Maradona fue eso, fue el espejo de los humildes, Maradona fue la esperanza.
Fue la historia de los cuentos donde David derrota a Goliat, el pobre llega a ser rico y el débil, derrota al poderoso.
De otra manera no se entiende que de un lugar ignoto sin luz, sin cemento, con hambre, con miserias, se puede llegar desde allí a ser el dueño del mundo.
A codearse con los reyes, emperadores, políticos, capitalistas.

El gran problema con Maradona es que como toda persona o todo individuo era un ser único, diferente a otras personas. Nadie viene con un manual de cómo debe comportarse, quien dispone las normas de lo que está bien o está mal. Quien tiene la vara de los valores éticos y morales.
Quien le puede enseñar usos y costumbres a quien de la noche a la mañana está en la cima del mundo.
Diego nunca pidió ser ejemplo de nada, el solo fue un ídolo en la cancha. Cerebral. Guapo, peleón, un artista, un poeta, único, visceral, autentico, un reflejo de la lucha de los marginales contra los poderosos.

Maradona eligió según mi opinión el camino más complicado, debió como el común de la gente mirar para otro lado cuando observo discriminación, corrupción y barbarie, es más fácil no denunciar nada, callarse la boca omitir, de esa manera su vida hubiera sido más fácil.
Para muchos Maradona debió haber elegido ser solo un jugador de futbol, en definitiva él no era economista para hablar de economía, no era político para dar soluciones al pueblo, no era un santo para opinar de religión. Diego debió haber elegido el camino que toman casi todos, aprovechar las mieles del éxito, disfrutar de su dinero, ver la corrupción y mirar para otro lado, de ultima como diría alguno ,no es problema de él ,Maradona es solo un jugador de futbol.

Pero el nacido en Villa Fiorito que paso en su infancia días sin comer y que observo todas las miserias humanas, nunca se quedó callado.
Tal vez por rebeldía, por su forma de ser, o porque él era así eligió el camino más difícil, cuando tomas partido por algún bando, en este mundo tienes que estar del lado de los buenos, debes elegir a los países poderosos, ser amigo de la AFA de Grondona, de la iglesia de los papas, de los gobiernos de derecha, de las corporaciones, del poder de turno.

Maradona desafió todo eso reivindicó a la Cuba de Fidel Castro, a la Venezuela de Chavez, fue a jugar al futbol con Evo Morales, se peleó con la FIFA de Havelange y de Batler, con la AFA de Grondona, con la iglesia de los Papas, con Estados Unidos, con el establishment, Maradona desde su omnipotencia los desafío a todos.

La pregunta es ¿con que beneficio? con ninguno, hubiera sido más fácil su vida en tener esos aliados a su lado y en su lugar se fabricó grandes enemigos.
Con el paso del tiempo comprendí que su máximo error, no fue tomar partido y opinar de todo como el hacía, su gran error fue elegir el bando equivocado.
Escuche en esa época a algún poderoso manifestar “quien es ese negro pequeño para desafiarnos abiertamente y en nuestros feudos, si en definitiva lo único que hizo bien fue jugar al futbol”.

Maradona y perdón abuelo por esto, fue más grande de lo que nosotros pensábamos, El diego fue más allá de la pelota, fue mucho más que el gol a los ingleses o de aquel tobillo hinchado hasta romperse frente a Brasil. Maradona fue la rebeldía que todos deseamos tener, Maradona fue la mujer de los ovarios enormes o el hombre de las pelotas gigantes para decirle a los poderosos que los débiles, que los pobres, que los indigentes, también tienen un poco de poder en este mundo.

Porque en definitiva Maradona que jugaba como nadie al futbol nos demostró que un débil, un pobre, un pequeño de bolsillo, le puede amargar la comida al rico, al grande al poderoso, ese el máximo pecado y la gran virtud que tiene este deporte.
Diego es ángel y demonio a la vez y dependerá de cuál es el cristal que usted elija para examinarlo, lo resumo para algunos será la esperanza, el sentir de que se puede contra todos, para otros un simple jugador de futbol y para algunos una mala persona, un machista, un golpeador o un violento.
En definitiva ya no está al alcance de la justicia, muerto el hombre, nace el mito o la leyenda.

Para homenajearlo utilizo una frase de Eduardo Galeano al que le cambie unas palabras, pero no el sentido.
“Cuando falleció Maradona ,su papa “Don Diego” lo espero en la puerta del cielo, allí lo recibió San Pedro que al ver tanto alboroto por su llegada le pregunto a que se dedicaba en la tierra, a jugar al futbol le contesto Maradona.

San Pedro tomo una pequeña roca, del tamaño de una pelota de golf y le dijo juegue, El diez la levanto e hizo la magia de siempre, fueron tantas las horas que jugo con la roca, que Dios que pasaba corriendo una nube, se detuvo a mirarlo de reojo, y cuentan los que fueron testigos
“Que ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios”.

Dr. Fernando Spiazzi

Maradona Fútbol

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