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Cultura

Museo Histórico Regional de la Colonia San José: El dormitorio

La familia, luego de un día de trabajo, compartía la cena donde todos sus miembros en silencio y respeto degustaban las delicias caseras . Aquí no faltaba la sopa de fideos, las batatas, el choclo y el dulce de orejones o el arroz con leche

Temprano, cuando la noche apenas comenzaba a formar sombras entre los árboles cada uno se dirigía a su dormitorio pues al otro día y muy prematura las actividades del campo le ganaban a los rayos del sol.
Este lugar de la casa siempre fue un sitio de respeto donde también se guardaban baúles repletos de cartas, objetos y recuerdos traídos por los inmigrantes y que sólo los mayores tenían acceso.
El Museo ha puesto en valor este aposento para conocer los diferentes elementos que formaban parte de este sector familiar. La habitación amplia, de altura considerable, fresca en el verano, permitía distribuir muebles y enseres cómodamente ya que las dimensiones de éstos eran considerables. La ventana con vista a la plaza cierra el marco decorativo que se observa al correr la cortina de lienzo almidonado.
La cama de bronce, labrada y pulida, brilla fulgente a la luz de los candeleros como queriendo competir con Versailles, y a su lado la mesa de noche de blanco mármol donde en su interior guardaba el rosario o el libro de oraciones.

Seguimos recorriendo y nos encontramos con verdaderas artesanías realizadas a mano como lo son las puntillas en los camisones albinos y perfectamente planchados, o en los vestidos para niñas o en los de bautismos largos también usados por los pequeños. El tejido al bolillo era uno de los clásicos donde de él salían delicados encajes que luego eran aplicados a las vestimentas.
Las puertas y ventanas, de pesada madera, han sido restauradas devolviéndolas a su condición original para ambientar este espacio que data del año 1885.
Quizás podemos imaginar a María Teresa y Elvira bordando las fundas de los almohadones con las iniciales familiares, o a Francisco retocando los muebles para lograr un ambiente cómodo y de descanso.
Esta es una muestra para conocer un lugar de una casa colonias. Los muebles y sus componentes varían de acuerdo a las familias que habitaban cada solar. Quizás algunos tenían grandes juegos de lozas o cubiertos de plata, y otros algo más simple pero que resguardaban celosamente a modo de trofeo, pues habían sido traídos de los alpes y el recuerdo familiar se sobreponía ante todo.
Para conocer en detalles, los invitamos a visitarnos y descubrir un mundo diferente donde el quehacer diario nos hace muchas veces olvidar lo que fue, lo que se usó pero que permanecen aquí para narrarles nuevas historias.


Fuente: Museo Histórico Regional de la Colonia San José

Historia Museo San José

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